miércoles, 7 de marzo de 2012

Entre Tonos de Gris

Tenía muchas ganas de leerlo porque una amiga había insistido mucho, muchísimo y las críticas que encontré en internet eran todas muy positivas, así que directamente me lo compré. Tal y como ya advierten en el prólogo es uno de esos libros “que no puedes soltar ni un instante”, necesitas acabarlo, necesitas saber cómo termina.

Creo que antes de empezar con él es importante conocer el contexto histórico en el que se desarrolla para tener una mejor comprensión de lo que en él sucede. ¿Cuál es ese contexto?, el llamado “Holocausto Rojo”.

De forma muy resumida y concretando mucho, hay que saber que Lituania fue uno de los países bálticos que sufrió el acoso de la unión soviética, algunos de sus ciudadanos se vieron obligados a vivir en campos de concentración bajo condiciones infrahumanas.

Este libro es un homenaje de la autora a su padre y a las miles de víctimas de esta región báltica que acabaron sus días en un Gulag estalinista. Un relato sobre la otra cara de la Segunda Guerra Mundial ya que normalmente siempre que hablamos de esta guerra viene a nuestra mente el holocausto nazi, pero en otros lugares sucedieron cosas en las que casi nadie repara, historias para muchos casi desconocidas e inhumanas también.

Lina es una adolescente lituana que vive felizmente con su familia, su padre desaparece un día y a la noche siguiente ella, su hermano y su madre son sacados de su casa a la fuerza y metidos en un vagón para animales. Empiezan así un viaje con destino a un campo de trabajos forzados donde serán prisioneros por muchos años, mal tratados, ridiculizados y explotados.

La verdad es que el libro tiene partes muy duras pero a mí me ha gustado mucho, primero por hacerme conocedora de una historia, como ya he mencionado antes, casi oculta. Y segundo porque es el tipo de libro que nos da un toque para dejarnos de quejar de gilipolleces, y empezar a valorar lo que tenemos (lo que no quiere decir conformarnos, que quede claro).

El título está muy bien puesto y una vez que entendí el por qué del mismo, aunque pueda ser más o menos evidente, eche la vista atrás y me acorde de “La Lista de Schilder”. Desde luego la vida que se puede tener en un Gulag no puede tener otra escala cromática…

Con este libro he tenido la sensación de no encajar a los personajes físicamente en mi imaginación, es decir, he sido incapaz de ponerles cara. No sé si realmente ha podido estar dentro de la intencionalidad de la autora pero desde luego sería comprensible. No tener unos personajes muy definidos hace que cada uno de ellos pueda ser cualquier persona, el libro es un homenaje a mucha gente anónima.

He destacado varias frases en la lectura, muchas de ellas no tienen una relación directa entre sí, pero si las une una forma de ver la vida y de sobrevivir a ella. Y a mí algo me han enseñado o me han recordado.

“Era tan torpe, pero tan sincero. A veces las torpeza esconde tanta belleza…Es una manera de intentar expresas amor y emoción, pero al final todo queda en simple torpeza. ¿Lo entiendes?”

Los hombres buenos suelen ser más prácticos que buenos”

(La madre de Lina le cuenta cómo era su padre cuando se conocieron para intentar hacer que valore a Andrius, que está enamorado de ella)

Nos enfrentamos a dos demonios, y ambos quieren dirigir el infierno”

(En referencia a Adolf Hitler y Joseph Stanlin)

“No. No tengas miedo. No les des nada, Lina, ni siquiera tu miedo”

(La madre de Lina, Elena, es un pilar, es la fuerza, la lucha, la comprensión…es una madre!!!)

No quiero alargarme mucho, así que sólo decir que me ha encantado, que me he enamorado de Andrius, y que dentro de todo el sufrimiento vivido por los personajes tiene un ”buen final”, que es lo que yo necesito en un libro… nos hace falta saber a todos que siempre hay una luz al final del túnel. No me gustan los finales desesperanzadores o desoladores.

3 comentarios:

  1. Bueno pues... me toca. Cuando lo acabe, ya te contaré

    ResponderEliminar
  2. Se lo ha currado mucho la escritora...
    Indiferentemente del bando en el que nos encontremos, vencedores o vencidos, es una elección libre, animales o humanos.
    "Mi marido, Andrius, dice que el mal gobernará hasta que los hombres y mujeres de buena voluntad se decidan a actuar"
    Me gusta mucho Andrius, aunque el soldado ruso Nikolai, también tiene su puntillo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Subraya la frase con fosforito!!!!
      ¿a qué mola Andrius???
      Ahora le toca a la Susi!!pásaselo!!!

      Eliminar